Seguros de vida escolar. Información

Seguros de vida escolar, un seguro indispensable

Cuando somos padres, nuestros hijos son nuestra máxima prioridad. A ellos son a los que dedicamos todo nuestro tiempo libre y desde que nacen nuestra gran preocupación es que ellos estén bien en todo momento.

Por ello, es inevitable que en muchas ocasiones los padres tengan preocupaciones y miedos, ya no solo por lo que les pueda pasar a sus hijos, sino también a ellos. Y es que esta preocupación aumenta cuando los padres se paran a pensar detenidamente qué pasará si ellos, por cualquier causa, no están el día de mañana.

Seguro de vida escolar

En primer lugar, hay que tener en cuenta que debemos dejarle un techo bajo el que vivir. Por ello, tener contratado alguno de los muchos seguros de hogar que hay en el mercado es fundamental. Otro que hay que tener contratado para evitar que el niño corra con más gastos de los necesarios es el seguro de decesos. Así se evitarán problemas mayores si ocurre una desgracia.

Y, por último, hay otro que muchas veces no se tiene en cuenta pero que es imprescindible para los primeros años y son los seguros de vida escolar.

Gracias a este seguro, en caso de invalidez o fallecimiento de uno de los progenitores, el seguro corre con los gastos educativos del menor (también se incluye la posibilidad de que dicho menor tenga que cambiar su centro de enseñanza).

Coberturas de los seguros de vida escolar

Aparte de las ya nombradas anteriormente, el seguro de vida escolar seguro tiene otras coberturas que garantizarán que los más pequeños estén cuidados y protegidos. Se incluyen programas de rehabilitación cardíaca (con los mejores especialistas), la posibilidad de recurrir a una segunda opinión médica en caso de que no se haya quedado satisfecho con la primera (en centros nacionales e internacionales) y orientación médica durante las 24 horas del día.

Pero no solo esto, sino que también cuentan con una línea de apoyo jurídica para que pueda consultar todas sus dudas en torno a la herencia, tramitaciones que hay que llevar a cabo, inventarios de bienes, etc.

Así pues, como vemos, este seguro no solo cubre la vida escolar de los pequeños, sino que también se hace cargo de otras cuestiones importantes en la vida de los niños.

Este seguro se puede contratar de varias maneras. En la primera modalidad solo hay un asegurado (padre, madre o tutor) y se cobra cuando este haya fallecido. En la segunda, en cambio, puede haber dos asegurados, pero también se cobra cuando ha fallecido el primero. Esta segunda opción es más eficaz pues se cubren más posibilidades.

Este seguro no es tan conocido como los seguros de accidentes, los seguros de salud o los de coche, pero como vemos es indispensable si se quiere garantizar la tranquilidad de nuestros pequeños durante los años que siguen al fallecimiento del padre o la madre.

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